Hace 77 años, tras una de las etapas más oscuras de la historia, la humanidad fue capaz de ponerse de acuerdo en lo esencial: toda persona tiene dignidad, derechos y valor por el solo hecho de existir. Así nació la Declaración Universal de los Derechos Humanos, luego del horror del fascismo, el nazismo y una guerra que dejó cerca de 70 millones de víctimas.
Ese acuerdo fijó un mínimo civilizatorio irrenunciable, basado en el respeto a la vida, la libertad, la igualdad y la integridad humana. Chile fue parte de ese impulso y, hasta 1973, fue reconocido por su compromiso con la democracia y los derechos fundamentales.
Tras el golpe de Estado, nuestro país vivió 17 años de dictadura, marcados por la persecución, la tortura, la desaparición y la muerte. Entre sus víctimas está Tucapel Jiménez, presidente de la ANEF, asesinado por defender la organización de las y los trabajadores. Gracias al trabajo incansable de sobrevivientes y de las familias, la justicia ha avanzado con verdad, memoria y reparación.
Hoy observamos con preocupación el resurgimiento de discursos que intentan minimizar la importancia de los derechos humanos y debilitar derechos sociales, promoviendo la discriminación y el miedo, muchas veces amplificados por la desinformación.
Por eso es fundamental decirlo de forma clara y cercana: los derechos humanos no son una ideología ni privilegios de unos pocos. Son un acuerdo ético, jurídico y civilizatorio básico. Son las reglas mínimas que protegen a cualquier persona de ser golpeada, detenida sin pruebas, silenciada, explotada o despojada de su dignidad. Donde no se respetan los derechos humanos no hay orden, hay abuso; no hay justicia, hay miedo; no manda la ley, manda el más fuerte.
En este Día Mundial de los Derechos Humanos, el Directorio Nacional de ANFUCULTURA llama a no permitir retrocesos civilizatorios, a cuidar estos acuerdos básicos de la humanidad y a seguir fortaleciendo una democracia al servicio de las personas.
Solo así podremos seguir construyendo un Chile donde la dignidad, los derechos y la justicia sean una realidad para todas y todos.
Directorio Nacional de ANFUCULTURA
