El Día Internacional de la Mujer está marcado por dos hitos importantes, los cuales nos indican el motivo de la conmemoración de este día, aclarándonos por qué el 8 de marzo queda como fecha oficializada a nivel internacional.
El 8 de marzo de 1857, un grupo de obreras de una empresa textil sale a protestar en las calles de Nueva York por los malos tratos que recibían en el trabajo (jornada laboral extensa, bajos salarios y nulo derecho a sindicalizarse). La violencia policial vivida en esta jornada de protesta impactó entre la población civil, recordando esta fecha como el despertar de las trabajadoras del momento.
El 25 de marzo de 1911, también en Nueva York, mientras se realizan protestas en las calles por despidos de obreras textiles, las cuales se habían organizado en sindicatos, 123 mujeres mueren calcinadas en una fábrica textil por un incendio provocado por las malas condiciones laborales que se encontraban, no pudiendo escapar porque los dueños las encerraban con llave para evitar hurtos.
Tras el paso de los años y otras situaciones en diversos países, la Asamblea General de la ONU reconoce estos hechos internacionalmente y desde el año 1977, mediante una Resolución (32/14236) invitó a todos los estados a que proclamasen, de acuerdo a sus tradiciones históricas y costumbres nacionales, a una jornada como «Día de las Naciones Unidas para los derechos de la mujer y la paz internacional», quedando instaurado en prácticamente en todos los países el 8 de marzo.
Es por ello que en conmemoración a las terribles tragedias que preceden este día es que invitamos a todos y todas a reflexionar respecto de los derechos de la mujer, los triunfos, los que aún nos falta por conquistar y la importancia de nuestro rol en la sociedad.
El 20 de marzo del año 2020 se logró la promulgación de la ley de paridad de género para el proceso constituyente, que transformará a Chile en el primer país del mundo en tener una convención constituyente paritaria, una reivindicación de la deuda histórica de los derechos políticos.
De igual forma es importante señalar que las mujeres no llevamos una agenda específica feminista, sino que la perspectiva de género debe bajar transversalmente por los diferentes temas que deben ser tratados en la nueva constitución, tomando como problemas políticos las inequidades, brechas y barreras diagnosticadas, en la vida de las mujeres.
Entre los temas o ejes que desde las organizaciones feministas quieren trabajar en la constitución, destacamos:
· Las violencias patriarcales.
· Educación no sexista.
· Salud y buen vivir.
· Trabajo y seguridad social.
· Derecho a una vivienda digna.
· Agua y territorios.
· Derechos sexuales reproductivos y no reproductivos.
· Memoria feminista y Derechos Humanos.
· Migración y refugio.
· Antirracismo.
· Mujeres indígenas en territorios urbanos y rurales.
· Disidencias sexuales: lucha contra el patriarcado.
· Arte, cultura y patrimonio.
· Precarización y violencia estructural/institucional hacia la niñez y las juventudes.
Te invitamos a ver el vídeo adjunto, fruto del trabajo de nuestro Comité.